La geografía astronómica es la parte de la geografía que se dedica al estudio de la tierra en su relación con los otros cuerpos celestes.
En este sentido, un cuerpo celeste es cualquier cuerpo natural fuera de la atmósfera de la Tierra. Entre ellos se cuentan la Luna, el Sol, los otros planetas del sistema solar, sus satélites, y otros.
Durante el siglo XIX, la geografía astronómica se distinguía de la geografía física y la geografía política.
Así la astronómica se encargaba de describir la tierra en su carácter de globo celeste: su lugar en el espacio, la rotación sobre su eje y alrededor del sol y su relación con otros objetos luminosos u obscuros en el universo.
La física estudiaba la configuración de la tierra: suelo, clima, y otros. Y la política describía los productos sociales.
La importancia del telescopio en el desarrollo de la geografía astronómica
Desde que el hombre dejó de acudir a la teología para explicar los fenómenos del mundo y el conocimiento científico comenzó a dar respuestas confiables, el hombre se ha preguntado, ¿qué hay allá?
La geografía fue la primera disciplina en intentar contestar esa pregunta. Por ello, probablemente sea la más antigua de todas las ciencias. Sus componentes básicos siempre han sido la exploración y el descubrimiento de nuevos lugares, nuevas culturas y nuevas ideas.
Así, a la geografía se le conoce como la madre de todas las ciencias, ya que ha sido el germen de campos científicos, entre ellos la astronomía.
Ahora bien, hasta el siglo XVII, cuando se inventó el telescopio y se descubrieron las leyes del movimiento y la gravedad, la astronomía se ocupaba principalmente de anotar y predecir las posiciones del Sol, la Luna y los planetas.
En un principio esto se hacía solo crear calendarios y fines astrológicos, luego se utilizaron para fines de navegación e interés científico.
Antes de la introducción del telescopio en 1609, todas las observaciones se hacían a simple vista. Esto significaba que había muchas limitantes y poco grado de detalle en las observaciones.
Luego de la invención del telescopio por parte de Galileo Galilei, estos fueron medulares para el desarrollo de la geografía astronómica.
Como este instrumento permite el estudio de objetos que se encuentran a gran distancia y que son muy poco perceptibles para el ojo humano, facilitó en gran medida responder la interrogante ¿qué hay más allá?
Los telescopios, entonces, fueron gran insumo para el desarrollo de la geografía astronómica.
Temas tratados por la geografía astronómica
Entre los primeros temas tratados por la geografía matemática, como también se le conoce, estaba el cálculo de las coordenadas geográficas, en otras palabras, la latitud y la longitud.
Estas se utilizan para la ubicación exacta de cualquier punto en el globo terráqueo. La primera mide a cuántos grados hacia el hemisferio norte o hacia el hemisferio sur está un punto determinado con respecto a la línea imaginaria del ecuador. La segunda mide la distancia hacia el este u oeste del meridiano Greenwich.
Otro de los aspectos tratados es la magnitud de los cuerpos celestes y su cálculo. Esta es la medida de la luminosidad de una estrella u otro cuerpo celeste.
Una magnitud se define como una relación de brillo de 2.512 veces. Entonces, una estrella de magnitud 5,0 es 2,512 veces tan brillante como una de magnitud 6,0.
Así mismo, el cálculo de las distancias entre la tierra y los demás astros, así como de sus dimensiones es otro de los aspectos que conciernen a esta sub-disciplina de la ciencia.